viernes, 25 de mayo de 2007

Carta-3

El enemigo, fuertemente reforzado, volvía, en tanto, al ataque. La lucha era tremenda. El fuego que se nos dirigía de todas partes diezmaba mi división y la de Suárez, y hubo momentos en que estuvimos en un tris de ser completamente envueltos, pues el resto de la línea no había acompañado nuestro avances.

Parte de guerra del 26 de mayo de 1880. Andrés Avelino Cáceres

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